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La Leucemia Mieloide Crónica en el embarazo

Una vez superada la etapa de incertidumbre después de un diagnóstico de Leucemia Mieloide Crónica (LMC), muchas mujeres en edad fértil pueden plantearse multitud de preguntas respecto a la vida familiar. ¿Cómo afectará la LMC a mi capacidad para quedar embarazada? ¿Cómo afectará la LMC al desarrollo del feto? ¿Cuáles son las posibilidades de transmitir la leucemia a mi hijo? ¿Qué impacto tendrá la LMC en mi vida diaria y en mi capacidad para cuidar de mi hijo? ¿Cuál es la probabilidad de una recaída durante el embarazo o después del parto? ¿Existirán mujeres que han logrado sus objetivos de forma segura?

El deseo de ser madre es comprensible para muchas mujeres, incluso cuando se enfrentan a condiciones médicas como la leucemia mieloide crónica (LMC). Teniendo en cuenta el buen pronóstico actual de la enfermedad, cada vez se considera con mayor frecuencia la posibilidad de la concepción y el embarazo en las mujeres en edad fértil.

Es fundamental abordar estas preguntas y preocupaciones con el equipo médico, para ayudar a tomar decisiones que equilibren la salud de la madre y el bienestar del futuro bebé.

Intentamos dar respuesta a las principales preocupaciones planteadas:

¿Cómo afectará la LMC a mi capacidad para quedar embarazada?

Actualmente, la mayoría de las pacientes con LMC conviven con la enfermedad tomando inhibidores de la tirosina cinasa (ITC).

Debido a los reconocidos efectos teratogénicos (riesgo de malformaciones en el feto) de los ITC, las pacientes en edad fértil son aconsejadas para utilizar medidas de contracepción mientras están en tratamiento, al tiempo que deberán suspender el inhibidor en caso de embarazo.

En el momento en que exista el deseo de ser madre, se debe intentar que sea una concepción planificada con el hematólogo, ya que lo ideal es partir de una Respuesta Molecular Profunda y estable antes de suspender el ITC.

En la actualidad, podrían plantearse opciones de preservación de la fertilidad en pacientes jóvenes que a lo largo de su evolución van a recibir diversas opciones terapéuticas.

¿Cómo afectará la LMC al desarrollo del feto?

Debemos tener en cuenta que la LMC no altera el curso del embarazo, ni el embarazo altera el curso de la LMC. Sin embargo, los ITC deben evitarse durante el embarazo, especialmente en el primer trimestre. Pudiendo positivizar BCR-ABL e incluso desencadenar una progresión de la enfermedad.

¿Cuáles son las posibilidades de transmitir la leucemia a mi hijo?

La LMC es una enfermedad no hereditaria (no se transmite de padres a hijos), caracterizada por un aumento anormal de glóbulos blancos (leucocitos) en la sangre del enfermo.

Sin embargo, el término «heredado» no se debe confundir con una enfermedad genética, puesto que la LMC tiene una base genética claramente identificada, que es la translocación de dos cromosomas (9;22), lo que da lugar al cromosoma Ph y al oncogén BCR-ABL, diana de los actuales tratamientos.

¿Qué impacto tendrá la LMC en mi vida diaria y en mi capacidad para cuidar de mi hijo?

El impacto de la enfermedad en la vida diaria y familiar puede variar según diferentes factores, si bien muchas pacientes pueden realizar una vida razonablemente normal.

– Efectos del tratamiento: Estos pueden causar efectos secundarios que pueden influir en la capacidad para llevar a cabo actividades diarias y cuidar de un niño.
– Apoyo social y familiar: La ayuda de familiares, amigos y redes de apoyo puede facilitar la gestión de adaptación a las responsabilidades familiares.
– Autocuidado: Buscar técnicas para mejorar el estrés, una alimentación saludable y el descanso adecuado puede mejorar tu capacidad de ser madre.
– Apoyo médico: La colaboración de tu equipo médico es fundamental, ya que estos deben ajustar el tratamiento según sea necesario y proporcionar pautas específicas para el cuidado maternal.

¿Cuál es la probabilidad de una recaída durante el embarazo o después del parto?

La interrupción del tratamiento con ITC puede provocar un aumento de los tránsitos de BCR-ABL, perder la respuesta molecular e incluso desencadenar una progresión de la LMC.

En la mayoría de los casos, la pérdida de respuesta molecular no conlleva una progresión de la LMC a una fase aguda (leucemia aguda) y se consigue finalizar el embarazo sin ITC o bien introduciendo interferón para control de la LMC (o incluso Imatinib al final del embarazo).

¿Existirán mujeres que han logrado sus objetivos de forma segura?

Afortunadamente, cada vez existen más mujeres con LMC que, cumpliendo las condiciones médicas requeridas por su equipo médico, han logrado cumplir su sueño de crear una familia.

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